Los mercados de abastos vuelven a estar de moda, y no sólo con proyectos meramente alimenticios. La iniciativa llega de distintas asociaciones vecinales, que reivindican el renacer de esos puntos de encuentro que eran antaño los mercados. El progresivo aumento de gente joven que huye de las grandes superficies, que apuesta por los productos más naturales y que, además, tiene nuevas y originales propuestas que ofrecer, han derivado en la creación de espacios tan inéditos como estos:
LQ La Casquería Libros al Peso (Calle de Embajadores 41, Mercado de San Fernando, Madrid): donde hace años había una pollería y una casquería ahora se venden libros de segunda mano de todo tipo a diez euros el kilo. Los miércoles hacen «Software al Peso», una tienda «de apoyo al software libre y al reciclaje de ordenadores”. Ideal para reparar el ordenador. Se abastecen fundamentalmente de donaciones y de compras de bibliotecas enteras.
Según los propios promotores de la idea, el éxito de la iniciativa es que “el valor de los libros va por dentro, y no se gasta con el uso. El valor -y el sentido- de los dones también. Una cubierta vieja y curiosa de un libro de la infancia, un bestseller que no leíste en su momento, un libro de fotografías, de viaje, de arte,…cuentos para los más pequeños, ensayos, manuales o disertaciones filosóficas, aquel gran escritor que siempre tuviste pendiente, o la autora favorita de tu abuela…
Reutilizar, reciclar, revalorizar es lo que proponemos como regalo.”
La Buena Pinta (Calle de Embajadores 41, Mercado de San Fernando, Madrid): forma parte de un plan de recuperación de un grupo de jóvenes, que se lió la manta a la cabeza hace menos de un año. El mercado de abastos de Lavapiés tenía sus días contados. Los nuevos inquilinos dieron rienda suelta a la creatividad, que suele dispararse cuando el presupuesto es reducido. El resultado no se ha hecho esperar. La Buena Pinta es un ejemplo de cómo ofrecer un producto concienzudamente gourmet, sin dejar tiritando la cartera. Entre sus apuestas, La Virgen, La Cibeles, las toledanas Domus e Yria y una notable variedad de Mikkeller, además de concesiones para celiacos y abstemios.
La Musiquería (Augusto Figueroa 24, Mercado de San Antón, Madrid): un original escenario elaborado con palés reciclados que han instalado en el Mercado de San Antón. En él, gracias a una buena instalación acústica, se dan a conocer talentos musicales emergentes en vivo, de manera que mientras haces la compra puedes disfrutar de conciertos variados las tardes de los miércoles.
Espacio Trapézio (Augusto Figueroa 24, Mercado de San Antón): espacio multidisciplinar del mercado, que promueve la difusión, investigación y producción del arte actual. Pretende servir de plataforma a artistas jóvenes y emergentes de cualquier disciplina o medio.
Lo más curioso del lugar es que lo mismo puedes encontrarte con una exposición sobre juguetes que con un taller para hacer pan. Es un espacio abierto, accesible y dinámico en sus propuestas.
Sandwich Mixto (Calle Santa Isabel 5, Mercado Antón Martín): entre una frutería y una herboristería, un espacio para la creatividad y donde puedes encontrar fanzines de autores españoles, comprar ricas delicias como sándwiches de queso de cabra con mermelada de caramelo de violeta u organizar un concierto. Nada es imposible en este pequeño y mágico rincón.
Sigamos descubriendo estos maravillosos lugares…¡Y que vivan por muchos años más!